Dos tubos respiradores surcan la superficie del agua; trazan zetas sistemáticas siguiendo un camino previamente trazado y estudiado. De vez en cuando, uno de los tubos desaparece bajo las aguas para reaparecer, un poco más allá, tras un breve espacio de tiempo.
La singladura de los dos tubos se hace monótona hasta que, uno de ellos, desaparece bajo del agua y al cabo, reaparece soltando un pequeño surtidor y se dirige, con rapidez, hacia la orilla.
Una vez en la orilla, una mano sale del agua para entregar, a la joven científica un pieza del preciado Tesoro. La joven limpia de algas, con profesional cuidado, la pieza y la deposita en el recipiente especialmente diseñado para albergar tan delicadas joyas.
El submarinista regresa a su planificada búsqueda, uniéndose a su compañero hace el gesto con los dedos correspondiente al OK.
Los dos continúan zigzagueando hasta que, en un momento dado, uno de ellos llama la atención de su camarada y señala, con su dedo índice, una zona poblada de algas en la que asoman unas cuantas piezas, en tonos marfil.
El continuo chapoteo de las cuatro aletas delata la febril actividad, continuamente surgen pequeños surtidores y vuelta a sumergirse. Han dado con el filón, en unos minutos se hacen con 6 piezas.
Uno de los submarinistas, se dirige a la orilla con las joyas recogidas del fondo y nuevamente lo entrega, sin salir del agua, a la joven científica y sin descanso, regresa al lugar del agua en que su compañero sigue zambulléndose. Son alrededor de 25 las piezas descubiertas.
El Sol, en pleno zenit, marca el fin de la búsqueda. Los dos submarinistas nadan relajados a la orilla en la que les espera un buen almuerzo, un merecido descanso y una alegre tarde de playa.
Fin del capítulo 20
Títulos de crédito
Escenario
Año 1.969
Margen derecho de la desembocadura del río Real en San Pedro de Alcántara (Málaga)
Profundidad máxima 1,60 metros
Equipo de J. Cousteau
Joven científica - La Sheli (5 años)
Submarinista 1 - Tril456 (10 años)
Submarinista 2 - Ray (12 años)
Recipiente especial
Cestita de rejilla en plástico de color celeste
Piezas del Tesoro
Pelotas de golf
Títulos de crédito
Escenario
Año 1.969
Margen derecho de la desembocadura del río Real en San Pedro de Alcántara (Málaga)
Profundidad máxima 1,60 metros
Equipo de J. Cousteau
Joven científica - La Sheli (5 años)
Submarinista 1 - Tril456 (10 años)
Submarinista 2 - Ray (12 años)
Recipiente especial
Cestita de rejilla en plástico de color celeste
Piezas del Tesoro
Pelotas de golf
Fijate tu, me acuerdo de las pelotas de golf, pero no del resto ¡oooooooooohhhh! y de ¡tenemos un gatito! ¡Pum! y de Ansui, Ansua ja ja ja ja ja ¡lastima de cabeza la mia je je je je.......
ResponderEliminarLa Sheli
Yo también he buceado buscando los mismos tesoros que tu jajajaj,pero era un estanque y estaba lleno de ranas :) y patos.
ResponderEliminarAhora lo pienso y me da un asquito!!
Dios no habre pillado yo pelotitas de golf... que recuerdos.
Besos^^
¡¡Joder!! Ya he encontrado a los mangapelotas. ¡39 años después ya sé dónde están! ¡Y pensar que el cabroncete de Gary Player me ganó el torneo por culpa de aquélla puta pelota extraviada!...Ayyyy... ¡¡Qué tiempos aquéllos en el Cortijo Blanco!!...Que viejos somos compañero...jajajaja
ResponderEliminarSaludos
Siempre veía los documentales de Costeau.
ResponderEliminarun abrazo.