Mis tres últimas escapadas al mar han sido a La Costa del Sol, una hermana vive allí, y he podido comprobar in situ cómo funciona este rollo de la globalización.
Durante años, los turistas venían a nuestras costas por los motivos harto conocidos, el sol de nuestras costas, el cambio de moneda, siempre beneficioso para los guiris, etc. etc. Durante aquel periodo, los "sablazos" que recibían los turistas llegaron a ser por costumbre abusivos. Así, se estableció la cultura del "sablazo" a los turistas extranjeros y cobrar precios más comedidos a los turistas autóctonos.
Ingleses, daneses, suecos, holandeses, irlandeses, todos ellos sufrieron los sablazos, ignorantes o no de los precios nacionales, pero sí tranquilos ya que sus monedas eran más fuertes que la peseta.
Pero llegó el Euro, la moneda global. Los turistas siguieron llegando con sus euros en el bolsillo, y he aquí, que los "sablazos" no desaparecieron y los turistas comenzaron a echar cuentas. Vieron que aquello no debería seguir así y comenzaron a movilizarse.
Unos de una forma y otros de otra, fueron montando pequeños negocios, tiendas, bares, restaurantes, agencias de alquiler, estancos, agencias de transporte y mudanzas, con precios competitivos y tremendamente europeos, o sea, "sablazos" a la europea. Con lo que el dinero, ya no pasa de manos guiris a manos españolas, se queda en manos guiris.
Actualmente vemos los bares de esos guiris, llenos hasta la bandera de guiris de todas las nacionalidades. Los locales de aquellos españoles que aún subsisten se conforman con la visita de unos pocos clientes y sus dueños miran con recelo el llenazo de los locales globalizados. Sí he de decir que unos pocos negocios españoles han sabido llevar con cordura y durante muchos años, una política de precios moderados para todos. Éstos siguen estando llenos de gente.
En tan solo unos metros de paseo he contado, tres bares de holandeses, cuatro locales de irlandeses, un hotel de franceses, seis locales de comida rápida de ingleses, dos tiendas de moda playera y urbana de ingleses. A todos ellos hay que sumar los ya casi autóctonos restaurantes chinos, pizzerias, Kebabs y tiendas de todo a cien. Por otro lado, los camareros, dependientes, cocineros... de estos locales son en su mayoría extranjeros.
Entre mis defectos y mis virtudes no se encuentra la xenofobia, pero me da rabia ver cómo y por qué ha sucedido esto, me llevo las manos a la cabeza y exclamo "los muy gilipollas", refiriéndome a aquellos de mentes obtusas que queriendo ganar dinero rápido, han esquilmado el bolsillo y han espoleado, con ello, la conciencia de infinidad de turistas.
http://www.barsforsalespain.co.uk/index.php
http://www.cu-inspain.com/Businesses-for-sale-Spain.html
Imagínate nosotros que ya no sabemos si somos Alemanes o Mallorquines. Un beso.
ResponderEliminarAna: La tónica general en las costas españolas. Porque si nos vamos a la Costa Brava tanto de lo mismo.
ResponderEliminarUn beso
Pues se lo tienen merecido... Al cliente siempre hay que cuidarlo, aunque pueda permitirse más de lo que uno a priori le ofrece. No obstante, también da pena pensar que los españoles van perdiendo cada vez más el rumbo en su propio habitat :S Supongo que es un ejemplo más de la escasez de mentalidad práctica que tenemos. ¿La avaricia rompio el saco?
ResponderEliminarSaludines!
A ver, no os confundáis. Esos precios son de justicia divina. Porque repasemos la historia...
ResponderEliminar¿Los ingleses? Enemigos jurados, atacando nuestros barcos imperiales para roba nuestro oro. Ahora les toca aguantar NUESTRA piratería. ¿Los daneses? Vikingos, asaltando, robando, matando y violando. Justa retribución, ya que han construido su bienestar sobre la sangre de los poblados atacados. ¿Los suecos? Colaboracionistas de los nazis, aburridos y además teniendo unas hijas, esposas y hasta madres que descomponen nuestar líbido. Se merecen todo lo malo.
¿Holandeses? Unos sosainas, traficando con diamantes y tulipanes. Capitalismo en estado puro. Y además nos dieron 100 años de dolores de cabeza con sus puñeteros Orange y sus mendigos del mar. Por la memoria del Duque de Alba... ¡Sus y a ellos!
A los irlandeses los engañamos poco, que su economía está mas o menos como la nuestra, y no van por ahí tirando la pasta. Saben cuidarse solitos.
Quienes quedan... ¿Los yanquis? Bueno, como contra esos vale todo, que es muy progre criticarlos, pues me subo al carro; que les roben sus dólares, aunque sean los gitanos rumanos de Madrid y lo gasten en drogas.
Si es que lo veis todo tan mal porque tenéis una actitud muy negra.
Españoleitor:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y tu comentario.
Saludos cordiales